31 de julio de 2011
24 de julio de 2011
Relatos del corazon

Cuenta el corazón las veces que se paró frente al enemigo defendiendo con garra aquella paz interna que se le otorgo en alguna oportunidad; lo cuenta con evidenciables rastros de lagrimas en los ojos muriendo de ganas por salir pero retenidas por aquella red de sentimientos hecho con sus propias derrotas, quizás así se le note menos vulnerable ante los ojos de aquellas aves de rapiña que andan en busca de presas fáciles para destrozar sin piedad.
Cuenta el corazón las veces que entrego todo en aquel campo de batalla esperanzado en salir victorioso de esa pelea intensa de sentimientos mezclados, intentando ellos hacer desistir el corazón frente a la razón (o viceversa); todas esas veces, piensa y se arrepiente, debió dejar ganar a la razón aún siendo poco evidente la probabilidad del fracaso, quizás de esa manera no se encontraría lesionado e inhabilitado para futuros encuentros.
Cuenta el corazón la última derrota, quizás alguna de la que le cueste más de lo necesario recuperarse, tenia tantas esperanzas puestas en salir victorioso de esta jugada en especial, que quizás un pequeño golpe ocasione un copioso impacto en la estabilidad característica...y vale la siguiente aclaración: duele porque fue como un autogol, el mismo corazón fue en busca del juego pensando que los jugadores serian limpios, olvidando tontamente que la sinceridad se pierde desde la confirmación masculina al nacimiento.
Cuenta el corazón que cuanto mas parchado, mas reforzado. Cuenta el corazón que no habrá daño suficientemente grave como para no sobrevivir. Cuenta el corazón que aún sigue con ganas de sonreír, porque el amor es mas bonito cuando no se le guarda rencor.
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